Qué lejos por mares, campos y montañas
ya otros soles miran mi cabeza cana.
Nunca vi Granada,
nunca vi Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos,
quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca fui a Granada,
nunca fui a Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano,
una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré in Granada,
nunca entré in Granada.
Qué gente enemiga puebla sus adarves?
quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca vi Granada.
Hay sangre caída del mejor hermano,
sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca vi Granada,
nunca vi Granada.
Venid, los que nunca fuisteis a Granada;
hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca fui a Granada,
nunca fui a Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto,
venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada,
entraré en Granada,
entraré en Granada.
ya otros soles miran mi cabeza cana.
Nunca vi Granada,
nunca vi Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos,
quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca fui a Granada,
nunca fui a Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano,
una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré in Granada,
nunca entré in Granada.
Qué gente enemiga puebla sus adarves?
quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca vi Granada.
Hay sangre caída del mejor hermano,
sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca vi Granada,
nunca vi Granada.
Venid, los que nunca fuisteis a Granada;
hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca fui a Granada,
nunca fui a Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto,
venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada,
entraré en Granada,
entraré en Granada.
inviata da Bartolomeo Pestalozzi - 16/8/2010 - 13:53
Il testo originale della poesia di Rafael Alberti:
BALADA DEL QUE NUNCA FUE A GRANADA
¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana.
Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?
¿Quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca fui a Granada.
¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone
cadenas al habla de sus surtidores?
Nunca vi Granada.
Venid los que nunca fuisteis a Granada.
Hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca entré en Granada.
Hay sangre caída del mejor hermano.
Sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca fui a Granada.
Del mejor amigo, por los arrayanes.
Sangre por el Darro, por el Genil sangre.
Nunca vi Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto.
Venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada.
BALADA DEL QUE NUNCA FUE A GRANADA
¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana.
Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?
¿Quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca fui a Granada.
¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone
cadenas al habla de sus surtidores?
Nunca vi Granada.
Venid los que nunca fuisteis a Granada.
Hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca entré en Granada.
Hay sangre caída del mejor hermano.
Sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca fui a Granada.
Del mejor amigo, por los arrayanes.
Sangre por el Darro, por el Genil sangre.
Nunca vi Granada.
Si altas son las torres, el valor es alto.
Venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada.
Bartolomeo Pestalozzi - 16/8/2010 - 13:54
Lingua: Italiano
Versione italiana di Maria Cristina Costantini
BALLATA DI COLUI CHE NON ANDO' MAI A GRANADA
Lontano per mari, campi e montagne
ormai altri soli guardano la mia canuta testa.
Non vidi mai Granada,
non vidi mai Granada.
La mia testa bianca, gli anni perduti,
voglio trovare i vecchi, cancellati sentieri.
Non andai mai a Granada,
non andai mai a Granada.
Date un ramo verde di luce alla mia mano,
una briglia corta ed un lungo galoppo.
Non entrai mai a Granada,
non entrai mai a Granada.
Che gente ostile popola le sue mura?
Chi i chiari echi liberi dei suoi venti?
Non vidi mai Granada,
non vidi mai Granada.
C'è il sangue versato del miglior fratello,
sangue sui mirti e nell'acqua dei cortili.
Non vidi mai Granada,
non vidi mai Granada.
Venite, voi che non andaste mai a Granada;
c'è il sangue versato, sangue che mi chiama.
Non andai mai a Granada,
non andai mai a Granada.
Se alte son le torri, il valore è alto,
venite per montagne, per mari e per campi.
Entrerò a Granada,
entrerò a Granada,
entrerò a Granada.
Lontano per mari, campi e montagne
ormai altri soli guardano la mia canuta testa.
Non vidi mai Granada,
non vidi mai Granada.
La mia testa bianca, gli anni perduti,
voglio trovare i vecchi, cancellati sentieri.
Non andai mai a Granada,
non andai mai a Granada.
Date un ramo verde di luce alla mia mano,
una briglia corta ed un lungo galoppo.
Non entrai mai a Granada,
non entrai mai a Granada.
Che gente ostile popola le sue mura?
Chi i chiari echi liberi dei suoi venti?
Non vidi mai Granada,
non vidi mai Granada.
C'è il sangue versato del miglior fratello,
sangue sui mirti e nell'acqua dei cortili.
Non vidi mai Granada,
non vidi mai Granada.
Venite, voi che non andaste mai a Granada;
c'è il sangue versato, sangue che mi chiama.
Non andai mai a Granada,
non andai mai a Granada.
Se alte son le torri, il valore è alto,
venite per montagne, per mari e per campi.
Entrerò a Granada,
entrerò a Granada,
entrerò a Granada.
inviata da Maria Cristina Costantini - 10/2/2014 - 18:49
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Album “Paco Ibáñez 2”
Magnifica canzone tratta da una bellissima poesia di Rafael Alberti dedicata all’amico Federico García Lorca.
Lorca, in più occasioni, aveva invitato Alberti a trascorrere un periodo di riposo nella sua casa della Huerta de San Vicente a Granada ma, per vari motivi, ciò non avvenne mai. Poi il 16 agosto del 1936, appena scoppiata la guerra civile, Lorca fu catturato dai fascisti proprio a Granada e il 19 successivo fu fucilato poco distante, sulla strada che da Víznar porta ad Alfacar.
A Rafael Alberti, anche lui militante antifascista, toccò l’esilio e a Granada potè andarci solo al suo rientro in Spagna, dopo la morte di Franco. E non potè nemmeno piangere, finalmente, sulla tomba dell’amico perduto, perché ancora oggi si ignora dove i fascisti - assassini e carogne - abbiano sepolto il corpo di Lorca.