Album: Carajo (2002)
Trajo su sangre asesina el conquistador,
cortó cabezas y marchó, corta cabezas y marcha.
En su garganta de odio supo el sabor
de las culturas que mató, de las culturas que mata.
¡Sin importarle una mierda!
¡Sin importarle una mierda!
¡Conquistador!
La muerte vive en sus manos por vocación,
estrangulando a la raza, estrangulando a la raza.
La dictadura cobarde de su poder,
puso al león en la jaula, puso al león en la jaula.
¡Sin importarle una mierda!
¡Sin importarle una mierda!
Y el sol nunca brilló como antes,
el hombre traicionó a su propio ser.
Cayó la baba del diablo de la boca del pirata,
los hijos guachos mamando la represión.
La sombra roja de aquellos que ayer desaparecieron,
dan vueltas por una plaza, dan vueltas por una plaza.
Y el sol nunca brilló como antes,
el hombre traicionó a su propio ser,
su propio ser.
Y el sol nunca brilló como antes,
el hombre traicionó a su propio ser,
a su propio ser.
¡Fuera, maldito conquistador!
cortó cabezas y marchó, corta cabezas y marcha.
En su garganta de odio supo el sabor
de las culturas que mató, de las culturas que mata.
¡Sin importarle una mierda!
¡Sin importarle una mierda!
¡Conquistador!
La muerte vive en sus manos por vocación,
estrangulando a la raza, estrangulando a la raza.
La dictadura cobarde de su poder,
puso al león en la jaula, puso al león en la jaula.
¡Sin importarle una mierda!
¡Sin importarle una mierda!
Y el sol nunca brilló como antes,
el hombre traicionó a su propio ser.
Cayó la baba del diablo de la boca del pirata,
los hijos guachos mamando la represión.
La sombra roja de aquellos que ayer desaparecieron,
dan vueltas por una plaza, dan vueltas por una plaza.
Y el sol nunca brilló como antes,
el hombre traicionó a su propio ser,
su propio ser.
Y el sol nunca brilló como antes,
el hombre traicionó a su propio ser,
a su propio ser.
¡Fuera, maldito conquistador!
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