- Yo
Un grito en mi antebrazo
de sinuosa persuasión,
supura con holgura
la avidez de un corazón.
Sulfura con locura
mi niñez y su expresión
alcanza erradamente a
descubrir su resquemor.
Si supieran de los fantasmas
que convierten mi descanso en un tormento,
serían más piadosos los que insisten
en matar mis elementos.
Yo hice que el chasquido
de mi yo más interior
refleje en otras almas
que es de todos mi dolor.
Yo quise que el castigo
de un estado represor
se vuelva perceptible
hasta en el único rincón,
hasta en el único rincón,
hasta en el único rincón.
Yo busco en las paredes,
en las celdas, en el sol,
yo creo que se puede,
que se quiera es mi intención.
Yo lucho por mi madre,
por la tuya y por lograr
que entiendan que el planeta
es una madre por palmar.
Cuando estaba por sucumbir a la obediencia,
una luz rompió la puerta.
Un niño se hizo llanto
y un rugoso corazón sufrió un espasmo.
Yo daba lo que fuera
por salvar a la ilusión,
salvando a los que salvan
esta falsa salvación.
Luciano ha aparecido
cuando desapareció.
Luciano ha aparecido
y enterró a la confusión,
enterró a la confusión,
enterró a la confusión.
Mi voz es la hoz que un botija
en sigilo convirtió en grito etéreo.
Callarla es un crimen del orden sumiso,
por eso abro el juego, por eso abro el juego.
- Tú
Mujer bonita es la que lucha,
se murmura.
Y qué diremos de tu rabia
inquebrantable?
Tú has conseguido que la tuya
sea la afable,
que se pinta con el fango
la hermosura.
Tú no sabes lo que te admira
mi agonía,
y lo que sufro con tu más
preciada herida.
Tú no especulas con la
riña ensimismada,
aún penando la más
triste desbandada.
Te abraza mi raza y se suma a la caza
del rifle que empuña el descaro.
Te aguanta quien canta con triste garganta
y sostiene tu puño apretado,
tu puño apretado, tu puño apretado.
Tú que elegiste resolver
como aventura,
esa contienda con Satán
y sus secuaces.
Tú que le muestras el colmillo
a sus diabluras,
y le sonríes a quien sangra
nimiedades.
Y tú que has conseguido trascender
esa emergencia,
y que colmaste sus tinieblas
de almas buenas.
Tú más que nadie merecías
mi aspaviento,
tú más que nadie,
damisela de mi aliento.
Te abraza mi raza y se suma a la caza
del rifle que empuña el descaro.
Te aguanta quien canta con triste garganta
y sostiene un puño apretado,
te acuño con enfado y gruño,
y gruño a tu lado.
- Él
Llega en su hamaca de alas-globos,
su sonrisa reverbera el edén,
y se aterriza así, en mi hombro,
viene a inducirme a componer.
Brinca con suerte hacia mi oído,
la ruta de mi corazón,
y me encrudece los sentidos
para sumirme en su razón.
Lo que germina en los ladridos
es su adorable intromisión.
Juega en su inocuo espacio verde
y corretea a una perdiz,
tiene de afín a Julio Verne
y pasea en su zepelín.
Y dan la vuelta al mundo a diario,
le persiguen la estela al sol,
y cuando pasan por el barrio
Luciano deja su esplendor.
Carga de risas la montaña,
donde atenúa su dolor.
Él no ha venido a mis conciertos,
nunca en mi vida lo abracé,
sólo lo he visto en los panfletos
y en la batalla de un tropel.
Esas personas que me infunden
admiración y lucidez,
y hacen que quiera a un loco impúber
que no he llegado a conocer.
Y aunque suene descabellado,
extraño a este extraño ser.
Pasa a contarme de la hazaña,
la de su cara en el cartel,
pues le envanece las entrañas
no haber consentido al poder.
El que conforman los bufones
de este sistema criminal,
la mafia de los “sin cojones”,
la policía nacional.
Y sin temor ni balbuceos,
yo me dispongo a confrontar.
- Nosotros
Podíamos habernos disfrazado
de azafatas como un reo de la elite,
podíamos mimar los postulados
de cadenas que te alienan con su hit.
Optamos por solear tristes urgencias,
por cantar una dolencia marginal,
lo hicimos porque matan las ausencias
que el sistema delibera propagar.
Podíamos rendirnos ante el yugo
del vil oportunismo de sillón,
ceder a los patrones de lo absurdo
y estar a su predisposición.
La magia de la escuela independiente,
la honra de fraguar la autogestión
se acaba, si la vanidad interviene,
el sueño es del que lo hace por amor.
Nosotros que aún creemos en la gente
que no cree en lo que crea una canción,
pensamos que la conciencia indecente
se transforma al conectarse la corazón.
Nosotros que ofendemos la vanguardia
de un anciano que la quiere establecer,
transitamos jubilosos la maraña
porque el barro vuelve noble al quehacer.
Podíamos rendirnos ante el yugo
del vil oportunismo de sillón,
ceder a los patrones de lo absurdo
y estar a su predisposición.
La magia de la escuela independiente,
la honra de fraguar la autogestión
se acaba, si la vanidad interviene,
el sueño sólo entiende de pasión.
Podíamos rendirnos ante el yugo
del vil oportunismo de sillón,
ceder a los patrones de lo absurdo
y estar a su predisposición.
Lo cierto es que elevamos la bandera
de las panzas que apremiaban rebelión,
lo cierto es que, sin nada en la heladera,
se nos llena de vacío la razón.
- Vosotros
Vosotros, panel de notables,
de dádivas inclaudicables,
retazos de un áspero atuendo inflamable,
marea de un mar impoluto impermeable.
Vosotros, cachivaches impostados
con la cámara encendida
tras el cordón policial,
hablan de poesía y son de mármol,
de belleza y son sicarios
sin vergüenza y sin piedad.
Venden espejitos de colores,
justifican, son bufones
del que pague su amistad.
Luciano es de índole nacional,
sollozo del ámbito popular,
tirano el que oculta la realidad,
pero el que asume que es la verdad,
que es la verdad.
También los silencios disparan,
son la balacera del hampa
que esconde detrás de su imagen letrada
el cínico afán del que atiza sus armas.
Vosotros, bien trajeados,
perfumados, ensobrando atiborrados
la plata del oficial.
Rotos, timoratos, alcahuetes,
miserables, siempre menos,
nunca más.
Tibios, adornados, comisarios,
se quieren pintar el publo
sin pisar el General Paz.
Luciano es de índole nacional,
sollozo del ámbito popular,
tirano el que oculta la realidad,
pero el que asume que es la verdad.
Osáis presumir rebeldía,
gozáis ofrendando amnistía,
para todo aquel que os brinde regalías,
volvéis fantasía sus bellas mentiras.
- Ellos
Se cae el capitalismo y si la olla se revienta,
se les viene un problemón.
Y la solución sería estigmatizar la pobreza
con su criminalización.
Para desmantelar al aparato represivo
del estado nacional,
nos falta la iniciativa del que suele embanderarse
con el botín de los demás.
Ellos, que soportan como tú,
canalizan con nosotros, como lo han hecho con él,
si vosotros representarais al pueblo,
no estaría entonces, yo, disparando la canción.
Hay violencia y mano dura,
no hay justicia ni en pintura,
pero todo va genial.
Te encarcelan por dos mangos,
te balean en un barrio
si no salís a robar.
Son la renovación
de la picana y la golpiza,
el neo-torturador.
Extienden sin control
la vieja metodología
del centro de detención.
Ellos, que soportan como tú,
canalizan con nosotros, como lo han hecho con él,
si vosotros representarais al pueblo,
no estaría entonces, yo, disparando la canción.
Se caga el mandamás en su bendita policía,
y lo sufre otro guachín.
Contame qué se siente llenar pancitas vacías
con el frío del fusil.
Un grito en mi antebrazo
de sinuosa persuasión,
supura con holgura
la avidez de un corazón.
Sulfura con locura
mi niñez y su expresión
alcanza erradamente a
descubrir su resquemor.
Si supieran de los fantasmas
que convierten mi descanso en un tormento,
serían más piadosos los que insisten
en matar mis elementos.
Yo hice que el chasquido
de mi yo más interior
refleje en otras almas
que es de todos mi dolor.
Yo quise que el castigo
de un estado represor
se vuelva perceptible
hasta en el único rincón,
hasta en el único rincón,
hasta en el único rincón.
Yo busco en las paredes,
en las celdas, en el sol,
yo creo que se puede,
que se quiera es mi intención.
Yo lucho por mi madre,
por la tuya y por lograr
que entiendan que el planeta
es una madre por palmar.
Cuando estaba por sucumbir a la obediencia,
una luz rompió la puerta.
Un niño se hizo llanto
y un rugoso corazón sufrió un espasmo.
Yo daba lo que fuera
por salvar a la ilusión,
salvando a los que salvan
esta falsa salvación.
Luciano ha aparecido
cuando desapareció.
Luciano ha aparecido
y enterró a la confusión,
enterró a la confusión,
enterró a la confusión.
Mi voz es la hoz que un botija
en sigilo convirtió en grito etéreo.
Callarla es un crimen del orden sumiso,
por eso abro el juego, por eso abro el juego.
- Tú
Mujer bonita es la que lucha,
se murmura.
Y qué diremos de tu rabia
inquebrantable?
Tú has conseguido que la tuya
sea la afable,
que se pinta con el fango
la hermosura.
Tú no sabes lo que te admira
mi agonía,
y lo que sufro con tu más
preciada herida.
Tú no especulas con la
riña ensimismada,
aún penando la más
triste desbandada.
Te abraza mi raza y se suma a la caza
del rifle que empuña el descaro.
Te aguanta quien canta con triste garganta
y sostiene tu puño apretado,
tu puño apretado, tu puño apretado.
Tú que elegiste resolver
como aventura,
esa contienda con Satán
y sus secuaces.
Tú que le muestras el colmillo
a sus diabluras,
y le sonríes a quien sangra
nimiedades.
Y tú que has conseguido trascender
esa emergencia,
y que colmaste sus tinieblas
de almas buenas.
Tú más que nadie merecías
mi aspaviento,
tú más que nadie,
damisela de mi aliento.
Te abraza mi raza y se suma a la caza
del rifle que empuña el descaro.
Te aguanta quien canta con triste garganta
y sostiene un puño apretado,
te acuño con enfado y gruño,
y gruño a tu lado.
- Él
Llega en su hamaca de alas-globos,
su sonrisa reverbera el edén,
y se aterriza así, en mi hombro,
viene a inducirme a componer.
Brinca con suerte hacia mi oído,
la ruta de mi corazón,
y me encrudece los sentidos
para sumirme en su razón.
Lo que germina en los ladridos
es su adorable intromisión.
Juega en su inocuo espacio verde
y corretea a una perdiz,
tiene de afín a Julio Verne
y pasea en su zepelín.
Y dan la vuelta al mundo a diario,
le persiguen la estela al sol,
y cuando pasan por el barrio
Luciano deja su esplendor.
Carga de risas la montaña,
donde atenúa su dolor.
Él no ha venido a mis conciertos,
nunca en mi vida lo abracé,
sólo lo he visto en los panfletos
y en la batalla de un tropel.
Esas personas que me infunden
admiración y lucidez,
y hacen que quiera a un loco impúber
que no he llegado a conocer.
Y aunque suene descabellado,
extraño a este extraño ser.
Pasa a contarme de la hazaña,
la de su cara en el cartel,
pues le envanece las entrañas
no haber consentido al poder.
El que conforman los bufones
de este sistema criminal,
la mafia de los “sin cojones”,
la policía nacional.
Y sin temor ni balbuceos,
yo me dispongo a confrontar.
- Nosotros
Podíamos habernos disfrazado
de azafatas como un reo de la elite,
podíamos mimar los postulados
de cadenas que te alienan con su hit.
Optamos por solear tristes urgencias,
por cantar una dolencia marginal,
lo hicimos porque matan las ausencias
que el sistema delibera propagar.
Podíamos rendirnos ante el yugo
del vil oportunismo de sillón,
ceder a los patrones de lo absurdo
y estar a su predisposición.
La magia de la escuela independiente,
la honra de fraguar la autogestión
se acaba, si la vanidad interviene,
el sueño es del que lo hace por amor.
Nosotros que aún creemos en la gente
que no cree en lo que crea una canción,
pensamos que la conciencia indecente
se transforma al conectarse la corazón.
Nosotros que ofendemos la vanguardia
de un anciano que la quiere establecer,
transitamos jubilosos la maraña
porque el barro vuelve noble al quehacer.
Podíamos rendirnos ante el yugo
del vil oportunismo de sillón,
ceder a los patrones de lo absurdo
y estar a su predisposición.
La magia de la escuela independiente,
la honra de fraguar la autogestión
se acaba, si la vanidad interviene,
el sueño sólo entiende de pasión.
Podíamos rendirnos ante el yugo
del vil oportunismo de sillón,
ceder a los patrones de lo absurdo
y estar a su predisposición.
Lo cierto es que elevamos la bandera
de las panzas que apremiaban rebelión,
lo cierto es que, sin nada en la heladera,
se nos llena de vacío la razón.
- Vosotros
Vosotros, panel de notables,
de dádivas inclaudicables,
retazos de un áspero atuendo inflamable,
marea de un mar impoluto impermeable.
Vosotros, cachivaches impostados
con la cámara encendida
tras el cordón policial,
hablan de poesía y son de mármol,
de belleza y son sicarios
sin vergüenza y sin piedad.
Venden espejitos de colores,
justifican, son bufones
del que pague su amistad.
Luciano es de índole nacional,
sollozo del ámbito popular,
tirano el que oculta la realidad,
pero el que asume que es la verdad,
que es la verdad.
También los silencios disparan,
son la balacera del hampa
que esconde detrás de su imagen letrada
el cínico afán del que atiza sus armas.
Vosotros, bien trajeados,
perfumados, ensobrando atiborrados
la plata del oficial.
Rotos, timoratos, alcahuetes,
miserables, siempre menos,
nunca más.
Tibios, adornados, comisarios,
se quieren pintar el publo
sin pisar el General Paz.
Luciano es de índole nacional,
sollozo del ámbito popular,
tirano el que oculta la realidad,
pero el que asume que es la verdad.
Osáis presumir rebeldía,
gozáis ofrendando amnistía,
para todo aquel que os brinde regalías,
volvéis fantasía sus bellas mentiras.
- Ellos
Se cae el capitalismo y si la olla se revienta,
se les viene un problemón.
Y la solución sería estigmatizar la pobreza
con su criminalización.
Para desmantelar al aparato represivo
del estado nacional,
nos falta la iniciativa del que suele embanderarse
con el botín de los demás.
Ellos, que soportan como tú,
canalizan con nosotros, como lo han hecho con él,
si vosotros representarais al pueblo,
no estaría entonces, yo, disparando la canción.
Hay violencia y mano dura,
no hay justicia ni en pintura,
pero todo va genial.
Te encarcelan por dos mangos,
te balean en un barrio
si no salís a robar.
Son la renovación
de la picana y la golpiza,
el neo-torturador.
Extienden sin control
la vieja metodología
del centro de detención.
Ellos, que soportan como tú,
canalizan con nosotros, como lo han hecho con él,
si vosotros representarais al pueblo,
no estaría entonces, yo, disparando la canción.
Se caga el mandamás en su bendita policía,
y lo sufre otro guachín.
Contame qué se siente llenar pancitas vacías
con el frío del fusil.
envoyé par Bernart Bartleby - 21/10/2017 - 23:06
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Parole e musica di Santiago Aysine e Salta La Banca
Testo trovato su CMTV
Il titolo è quello dell'EP interamente dedicato alla vicenda di Luciano Arruga, un ragazzino della provincia di Buenos Aires che nel 2009, dopo essere stato tratto in arresto dalla polizia, era scomparso nel nulla. Il suo corpo fu ritrovato 5 anni dopo in una sepoltura anonima in un cimitero nei pressi della capitale argentina.
Jorge Julio López e Santiago Maldonado non sono stati gli unici desaparecidos nell'Argentina democratica, quella che nel 1983 uscì da oltre 50 anni quasi ininterrotti di governi autoritari o dittatoriali...
Luciano Arruga aveva 16 anni quando il 31 gennaio 2009 scomparve nel nulla dopo essere stato fermato per l'ennesima volta dalla polizia. In quegli ultimi mesi Luciano era stato arrestato molto spesso e tutte le volte era stato picchiato con violenza dai poliziotti, sempre gli stessi, del commissariato di Lomas del Mirador. Questo succedeva perchè Luciano si rifiutava di andare a rubare per conto di quei poliziotti e quindi costoro l'avevano preso di mira. Poi quel 31 gennaio Luciano scomparve nel nulla. Le indagini accertarono la sua permanenza nella stazione e su di un'auto di polizia che quel giorno aveva effettuato un giro non programmato e non dichiarato.
Solo 5 anni dopo il corpo di Luciano Arruga fu ritrovato in una sepoltura anonima in un cimitero non lontano. Venne accertato che Luciano era morto investito da un'auto a pochi isolati da casa sua, probabilmente il giorno stesso della sua sparizione. Com'è possibile che le autorità non abbiano subito effettuato alcun riscontro, consentendo anzi il seppellimento anonimo della salma di un adolescente?!? E poi i traumi di un incidente possono benissimo nascondere i segni di altri traumi diversamente prodotti. Insomma la sparizione, la morte e la sepoltura/nascondimento di Luciano Arruga hanno dell'incredibile.
Nessuno è stato incriminato o anche solo perseguito per la sua morte. Ma nel 2015 uno di quei poliziotti che lo perseguitavano, tal Diego Torales, è stato condannato a 10 anni per aver ripetutamente torturato Luciano Arruga nei mesi precedenti la sua sparizione e morte.