El enemigo brutal
Nos pone fuego a la casa:
El sable la calle arrasa,
A la luna tropical.
Pocos salieron ilesos
Del sable del español:
La calle, al salir el sol,
Era un reguero de sesos.
Pasa, entre balas, un coche:
Entran, llorando, a una muerta:
Llama una mano a la puerta
En lo negro de la noche.
No hay bala que no taladre
El portón: y la mujer
Que llama, me ha dado el ser:
Me viene a buscar mi madre.
A la boca de la muerte,
Los valientes habaneros
Se quitaron los sombreros
Ante la matrona fuerte.
Y después que nos besamos
Como dos locos, me dijo:
«¡Vamos pronto, vamos, hijo:
La niña está sola: vamos!».
Nos pone fuego a la casa:
El sable la calle arrasa,
A la luna tropical.
Pocos salieron ilesos
Del sable del español:
La calle, al salir el sol,
Era un reguero de sesos.
Pasa, entre balas, un coche:
Entran, llorando, a una muerta:
Llama una mano a la puerta
En lo negro de la noche.
No hay bala que no taladre
El portón: y la mujer
Que llama, me ha dado el ser:
Me viene a buscar mi madre.
A la boca de la muerte,
Los valientes habaneros
Se quitaron los sombreros
Ante la matrona fuerte.
Y después que nos besamos
Como dos locos, me dijo:
«¡Vamos pronto, vamos, hijo:
La niña está sola: vamos!».
envoyé par Bernart Bartleby - 28/4/2016 - 18:03
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Versi di José Julián Martí Pérez (1853-1895), poeta, scrittore, giornalista, fondatore del Partido Revolucionario Cubano e protagonista della guerra d’indipendenza contro gli spagnoli, nel corso della quale venne ucciso.
Nella raccolta del 1891 intitolata “Versos sencillos”, quella che si apre con i versi che alcuni decenni dopo divennero la base della famosissima e bellissima Guantanamera
Musica di Pablo Milanés, nel suo album “Versos de José Martí” del 1974.