La violencia es una ciencia
que se aprende con paciencia,
en el vientre y en la cuna,
en la tierra y en la luna
y en las casas de indecencia… la violencia.
La violencia es un mercado
de divisas, al contado.
Da jugosos intereses
que controlan los reveses
de los subdesarrollados.
La violencia viaja en subte a la oficina
y en las gradas del domingo… te asesina.
Va de prisa por la calle,
escondida en cualquier talle:
en la manga del jurista,
en la silla del dentista,
en retóricas y besos,
en malandras y procesos,
bajo lluvias y demencias,
vieja ciencia… la violencia.
Es la cándida vedette de la milicia
que nos deja su regalo de impudicia
en los sórdidos hoteles,
en los límpidos cuarteles,
en la agenda del ministro,
(de recóndito registro),
en la ley del hacendado,
en la cruz del marginado.
Bajo lluvias y demencias,
vieja ciencia...
Vieja ciencia… la violencia.
que se aprende con paciencia,
en el vientre y en la cuna,
en la tierra y en la luna
y en las casas de indecencia… la violencia.
La violencia es un mercado
de divisas, al contado.
Da jugosos intereses
que controlan los reveses
de los subdesarrollados.
La violencia viaja en subte a la oficina
y en las gradas del domingo… te asesina.
Va de prisa por la calle,
escondida en cualquier talle:
en la manga del jurista,
en la silla del dentista,
en retóricas y besos,
en malandras y procesos,
bajo lluvias y demencias,
vieja ciencia… la violencia.
Es la cándida vedette de la milicia
que nos deja su regalo de impudicia
en los sórdidos hoteles,
en los límpidos cuarteles,
en la agenda del ministro,
(de recóndito registro),
en la ley del hacendado,
en la cruz del marginado.
Bajo lluvias y demencias,
vieja ciencia...
Vieja ciencia… la violencia.
inviata da Bernart - 12/4/2013 - 13:50
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Musica di Javier Gonzalez, compositore, compagno artistico della Barone dal 1989.
Dall’album “Pompeya no olvida” del 1999.