No juegues a la guerra, purrete de mi barrio
Que no es bueno ese juego, que daña el corazón...
Llená tu cabecita, de rondas y canciones
Dejá a un lado la espada, el tanque y el cañón.
Pensá en tantos chiquitos, que allá bajo otro cielo
Supieron de la guerra, la guerra de verdad,
Para ellos solo hubo terrores y miseria
Y hoy llevan en el alma, tristeza y soledad.
Pensá, que los hombres son todos hermanos
Y es triste, muy triste tener que matar,
Que lindo sería, saber que mañana
Pudieran felices, vivir sin pelear.
Las madres tranquilas, los pueblos contentos
Y un hondo deseo, sublime y tenaz,
De amor y trabajo, de luz y progreso
Envuelto en un canto, divino de paz.
En cambio, nuevamente, sobre este mundo incierto
Se cierne la amenaza de un nuevo vendaval,
Pidamos que enmudezca, el clarín de la muerte
Que apague para siempre, su llamado fatal.
Que no es bueno ese juego, que daña el corazón...
Llená tu cabecita, de rondas y canciones
Dejá a un lado la espada, el tanque y el cañón.
Pensá en tantos chiquitos, que allá bajo otro cielo
Supieron de la guerra, la guerra de verdad,
Para ellos solo hubo terrores y miseria
Y hoy llevan en el alma, tristeza y soledad.
Pensá, que los hombres son todos hermanos
Y es triste, muy triste tener que matar,
Que lindo sería, saber que mañana
Pudieran felices, vivir sin pelear.
Las madres tranquilas, los pueblos contentos
Y un hondo deseo, sublime y tenaz,
De amor y trabajo, de luz y progreso
Envuelto en un canto, divino de paz.
En cambio, nuevamente, sobre este mundo incierto
Se cierne la amenaza de un nuevo vendaval,
Pidamos que enmudezca, el clarín de la muerte
Que apague para siempre, su llamado fatal.
envoyé par Bernart - 12/4/2013 - 08:28
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Versi di Modesto Raúl Morales Miramonti
Musica di Osvaldo Pugliese
Interpreta da Jorge Maciel (1920-1975, cantante) con l’Orquesta Típica di Pugliese.