El cielo del cóndor abre de par en par
las puertas del Tiawanaco por donde pasa la tempestad.
Despierta mi pueblo andino, y al despertar
conmueve la luz del siglo su grito macho de libertad.
Allá en los valles dormidos, la soledad
está preñada de furia y al rojo vivo como un volcán.
Ardiendo están las raíces, ardiendo están,
las ramas del árbol nuevo, la llamarada continental.
De la tierra me viene la voz
suena a tierra este pueblo que soy,
labrador, sembrador… Juan sin Tierra.
Ahí va el general Sandino y el Ecuador
dibuja el mapa caliente de Nicaragua en mi corazón.
Con Prestes soy la columna del cafetal
y voy con Camilo Torres, ¡Che, pueblo en armas! ¡Che, vendaval!
Artigas, toma esta sangre donde la luz
se vuelve a Fidel y encuentra que Güemes cuida la Cruz del Sur.
Allende la cordillera regresa el sol
y América es esta sangre por donde va la liberación.
Vuelve el cóndor del Alto Perú.
Esta vuelta no habrá Guayaquil,
hay que unir todo el sur en un grito:
¡Libertad! ¡Tierra y pan!
¡Libertad!
las puertas del Tiawanaco por donde pasa la tempestad.
Despierta mi pueblo andino, y al despertar
conmueve la luz del siglo su grito macho de libertad.
Allá en los valles dormidos, la soledad
está preñada de furia y al rojo vivo como un volcán.
Ardiendo están las raíces, ardiendo están,
las ramas del árbol nuevo, la llamarada continental.
De la tierra me viene la voz
suena a tierra este pueblo que soy,
labrador, sembrador… Juan sin Tierra.
Ahí va el general Sandino y el Ecuador
dibuja el mapa caliente de Nicaragua en mi corazón.
Con Prestes soy la columna del cafetal
y voy con Camilo Torres, ¡Che, pueblo en armas! ¡Che, vendaval!
Artigas, toma esta sangre donde la luz
se vuelve a Fidel y encuentra que Güemes cuida la Cruz del Sur.
Allende la cordillera regresa el sol
y América es esta sangre por donde va la liberación.
Vuelve el cóndor del Alto Perú.
Esta vuelta no habrá Guayaquil,
hay que unir todo el sur en un grito:
¡Libertad! ¡Tierra y pan!
¡Libertad!
inviata da Bartleby - 16/2/2012 - 10:20
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Scritta da Armando Tejada Gómez ed Eduardo Aragón.
Interpretata da La Negra Sosa nel suo disco “Mercedes Sosa '83”
Testo trovato su Cancioneros.com
Una delle circa 200 canzoni censurate dalla giunta militare argentina tra il 1976 ed il 1982.