Cada vez que me miro
contemplo mi pregunta.
Esperando está el trigo
la mano que lo afirme.
El viento huele a espera
y, hasta a veces, responde.
Cuando siento tu mano
siento todas: me siento.
Y hasta el aire que muerdo
- el aire que mastico -
tiene sabor a fruta
y es amigo.
Apenas me contengo
de preguntar si es hora a los soldados
Y abono sus fusiles
con miradas
Para que broten flores
en sus ánimas.
Desde hace apenas días
mi impaciencia es alegre.
contemplo mi pregunta.
Esperando está el trigo
la mano que lo afirme.
El viento huele a espera
y, hasta a veces, responde.
Cuando siento tu mano
siento todas: me siento.
Y hasta el aire que muerdo
- el aire que mastico -
tiene sabor a fruta
y es amigo.
Apenas me contengo
de preguntar si es hora a los soldados
Y abono sus fusiles
con miradas
Para que broten flores
en sus ánimas.
Desde hace apenas días
mi impaciencia es alegre.
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Inspirada por la Revolución de los claveles de Portugal
Adolfo Celdrán, en 1975, celebraba el hecho y manifestaba su alegría y esperanza en esta canción suya de “alegre impaciencia”
Gustavo Sierra Fernandez