Monseñor ha dicho
que él también está
en estos momentos
pidiendo la paz
y yo estoy contento
de saber que tengo
a la Iglesia aliada,
que eso es casi ná.
Que se agarre Reagan
los sujetadores,
que se desmaquille
de su ancianidad
ya que ahora somos
un millón de locos,
treinta mil obispos
y las buenas monjas
de la caridad.
Y al señor Gorbachov
que no se haga el sueco
y que atienda un poco
lo de este suceso
ya que ahora se apuntan
los benedictinos
que son gente sana,
fuerte, sonriente,
y de sabor fino.
Don Narciso Serra
póngase a temblar
pues ahora tenemos
pá pedir la paz
dos palomas nuevas,
la una proletaria,
con ramo de olivo,
y la otra santa,
de la Trinidad.
Lo mismo decimos
a Jomeini el loco,
no nos ande usted
removiendo el coco
que en el mundo ahora
somos mayoría
pues con monseñor
y sus señorías,
tenemos a Dios.
Y al manifestarnos
la próxima vez
iremos unidos
a la mejor grey
que la iglesia tiene
sin contar con que
a lo mejor viene
un ministro de esos
de cristiana fe.
Y movilizada
tanta compañía
seguro que ahora
también a la CIA
y a la KGB
les entra tembleque
por no saber qué
hacer con los tanques
y demás merdé
Monseñor ha dicho
que él también está
en estos momentos
pidiendo la paz
y yo estoy contento
de saber que tengo
a la Iglesia aliada,
que eso es casi ná.
que él también está
en estos momentos
pidiendo la paz
y yo estoy contento
de saber que tengo
a la Iglesia aliada,
que eso es casi ná.
Que se agarre Reagan
los sujetadores,
que se desmaquille
de su ancianidad
ya que ahora somos
un millón de locos,
treinta mil obispos
y las buenas monjas
de la caridad.
Y al señor Gorbachov
que no se haga el sueco
y que atienda un poco
lo de este suceso
ya que ahora se apuntan
los benedictinos
que son gente sana,
fuerte, sonriente,
y de sabor fino.
Don Narciso Serra
póngase a temblar
pues ahora tenemos
pá pedir la paz
dos palomas nuevas,
la una proletaria,
con ramo de olivo,
y la otra santa,
de la Trinidad.
Lo mismo decimos
a Jomeini el loco,
no nos ande usted
removiendo el coco
que en el mundo ahora
somos mayoría
pues con monseñor
y sus señorías,
tenemos a Dios.
Y al manifestarnos
la próxima vez
iremos unidos
a la mejor grey
que la iglesia tiene
sin contar con que
a lo mejor viene
un ministro de esos
de cristiana fe.
Y movilizada
tanta compañía
seguro que ahora
también a la CIA
y a la KGB
les entra tembleque
por no saber qué
hacer con los tanques
y demás merdé
Monseñor ha dicho
que él también está
en estos momentos
pidiendo la paz
y yo estoy contento
de saber que tengo
a la Iglesia aliada,
que eso es casi ná.
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En esta canción Labordeta plantea una alianza, o complicidad, que el algún momento existió y que, desde luego, debería existir siempre con la Iglesia, en lo que se refiere a la condena de las asesinas y crueles guerra, y de las malditas armas.
Fernando Lucini, Cantemos como quien respira.