En medio de las penumbras
una luz se divisó
cambiaron al cancerbero
por Sergio Beltrán mayor.
El hombre amaba su arma
como nadie respetó
las jinetas que llevaba
las merecía el mayor.
Un día nos dijo claro
y con voz de buen varón:
no soy verdugo del pueblo
porque del pueblo yo soy.
Así volvieron los libros
diarios y organización
y porque no decir también
un alivio al corazón.
El hombre era generoso
no se adueñaba del sol
nos regalaba la playa
y compartía el dolor.
Pero el destino estaba
de parte del Dictador
y un día llega la nueva
que trasladan al mayor.
Y de nuevo a los rigores
que Beltrán nos alivió
se aparece un tal Sánchez
que el Demonio rechazó.
una luz se divisó
cambiaron al cancerbero
por Sergio Beltrán mayor.
El hombre amaba su arma
como nadie respetó
las jinetas que llevaba
las merecía el mayor.
Un día nos dijo claro
y con voz de buen varón:
no soy verdugo del pueblo
porque del pueblo yo soy.
Así volvieron los libros
diarios y organización
y porque no decir también
un alivio al corazón.
El hombre era generoso
no se adueñaba del sol
nos regalaba la playa
y compartía el dolor.
Pero el destino estaba
de parte del Dictador
y un día llega la nueva
que trasladan al mayor.
Y de nuevo a los rigores
que Beltrán nos alivió
se aparece un tal Sánchez
que el Demonio rechazó.
inviata da adriana - 20/8/2010 - 09:00
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Fonte:Pacoweb