Viajando en la eterna noche espacial
nuestra pequeña nave sideral
fue a dar con aquella sonda llamada El viajero.
El hallazgo causó gran conmoción,
el fútil cosmos detuvo el reloj.
No estamos solos en este maldito universo.
En la sonda encontramos,
bellas canciones de amor,
imágenes, sones extraños
de un remoto mundo mejor.
¡Qué raza singular!
Un ser humano será
quien ponga fin al dolor.
Nuestros sabios tuvieron que concluir,
que una civilización así,
habría encontrado por fin la paz y la armonía.
Ellos habrán desterrado las guerras,
el hambre, la desigualdad, las fronteras.
Nos han de enseñar a cantar tan bellas melodías.
Rumbo al planeta azul,
Tierra lo llamaban ellos,
aquellos que darán luz
a este oscuro universo.
Reímos (alguien lloró).
Toda la tripulación
era un manojo de nervios.
Nuestra mente se puso a volar:
sus verdes bosques, su profundo mar,
inmaculados brillarán bajo un limpio cielo.
Decidimos por fin aterrizar
donde estaría el cénit de la humanidad:
África, donde habitó el humano primigenio.
Qué gran celebración,
la noche llegaba a su fin,
pronto una hermosa lección,
nos enseñará a vivir.
¡Qué raza singular!
Un ser humano será
quien ponga fin al dolor.
Habitantes de la Tierra,
nuestra pequeña divinidad,
venimos en son de paz.
nuestra pequeña nave sideral
fue a dar con aquella sonda llamada El viajero.
El hallazgo causó gran conmoción,
el fútil cosmos detuvo el reloj.
No estamos solos en este maldito universo.
En la sonda encontramos,
bellas canciones de amor,
imágenes, sones extraños
de un remoto mundo mejor.
¡Qué raza singular!
Un ser humano será
quien ponga fin al dolor.
Nuestros sabios tuvieron que concluir,
que una civilización así,
habría encontrado por fin la paz y la armonía.
Ellos habrán desterrado las guerras,
el hambre, la desigualdad, las fronteras.
Nos han de enseñar a cantar tan bellas melodías.
Rumbo al planeta azul,
Tierra lo llamaban ellos,
aquellos que darán luz
a este oscuro universo.
Reímos (alguien lloró).
Toda la tripulación
era un manojo de nervios.
Nuestra mente se puso a volar:
sus verdes bosques, su profundo mar,
inmaculados brillarán bajo un limpio cielo.
Decidimos por fin aterrizar
donde estaría el cénit de la humanidad:
África, donde habitó el humano primigenio.
Qué gran celebración,
la noche llegaba a su fin,
pronto una hermosa lección,
nos enseñará a vivir.
¡Qué raza singular!
Un ser humano será
quien ponga fin al dolor.
Habitantes de la Tierra,
nuestra pequeña divinidad,
venimos en son de paz.
envoyé par Alessandro - 13/11/2009 - 11:15
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Album "Sueños de un hombre despierto"
"Las sondas Voyager lanzadas en 1977 para explorar los confines del sistema solar llevan consigo un disco de oro con una selección de hora y media de duración de música proveniente de varias partes y culturas del mundo, saludos en 55 idiomas humanos, un saludo del entonces Secretario General de las Naciones Unidas y el ensayo Sonidos de la Tierra, que es una mezcla de sonidos característicos del planeta. También contiene 115 imágenes (+1 de calibración) donde se explica en lenguaje científico la localización del Sistema Solar las unidades de medida que se utilizan, características de la Tierra y características del cuerpo y la sociedad humana. Se diseñó con el objetivo de dar a conocer la existencia de vida en la Tierra a alguna posible forma de vida extraterrestre inteligente que lo encontrase, y que además tenga la capacidad de poder leer, entender y descifrar el disco. Alguna sonda ha abandonado ya los límites del sistema solar y vaga por el espacio infinito.
¿No pensaría un extraterrestre que encontrara dichas sondas al escuchar la música que transporta que la raza humana se acerca a lo divino y ha de haber superado las guerras y las desigualdades? ¿No transmiten eso las canciones de Mozart o los Beatles?"
Dal sito ufficiale di Serrano.