Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Desde la fecha certera
de aquel 20 de Noviembre
la dictadura de siempre
se fue poniendo muy fea,
y aunque nadie lo notase
fue a buscar un cirujano:
un experto americano
que la dejó sin bigote.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
A los caciques de siempre
se les ve muy moderados:
más les vale ir de costado
que nadar contracorriente.
Y antes de perderlo todo
prefieren cambiar de prisa
de bigote, de camisa,
de partido y de retrato.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Como son tan obedientes
con la ley del beneficio
no pueden quitarse el vicio
de empobrecer a la gente;
y esto tiene pior apaño,
porque no está el personal
propenso para aguantar
así otros 40 años.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Despachan la libertad
con receta y gota a gota,
no vayan a darnos toda
y luego nos siente mal.
Pueden incluso afirmar
que ha muerto la dictadura;
aquí nos queda la duda
de haberla enterrado mal.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Un, dos, tres...
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Desde la fecha certera
de aquel 20 de Noviembre
la dictadura de siempre
se fue poniendo muy fea,
y aunque nadie lo notase
fue a buscar un cirujano:
un experto americano
que la dejó sin bigote.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
A los caciques de siempre
se les ve muy moderados:
más les vale ir de costado
que nadar contracorriente.
Y antes de perderlo todo
prefieren cambiar de prisa
de bigote, de camisa,
de partido y de retrato.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Como son tan obedientes
con la ley del beneficio
no pueden quitarse el vicio
de empobrecer a la gente;
y esto tiene pior apaño,
porque no está el personal
propenso para aguantar
así otros 40 años.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Despachan la libertad
con receta y gota a gota,
no vayan a darnos toda
y luego nos siente mal.
Pueden incluso afirmar
que ha muerto la dictadura;
aquí nos queda la duda
de haberla enterrado mal.
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Un, dos, tres...
Ahora dicen que ya viene
ahora casi es democracia
ahora casi no nos mienten
ahora sólo nos engañan.
Contributed by Alessandro - 2009/10/29 - 08:16
Cuando Franco murió, no murió con él el franquismo. De sus ministros, procuradores y demás hubo división en dos bandos generalmente, que ya estaban presentes en vida del dictador; uno de ellos se divide en dos.
El primero eran los fascistas más puros, conocidos como inmovilistas y, por lo tanto, apodados como "el búnker". A parte de los partidos históricos como Falange Española (supuestamente, reclamaban la más primitva Falange, fundada por Primo de Rivera), FE-JONS (fruto del matrimonio entre la Falange y las Juntas de Ofensiva Nacional-sindicalista, que con la unión del siguiente partido pasó a ser el partido único: FET y de las JONS), Comunión tradicionalista (carlistas -monárquicos de ultraderecha que datan del siglo XIX-, no confundir con el Partido Carlista) y otros, se apiñaron en torno a nuevos partidos como Fuerza Nueva.
El otro grupo eran los llamados "reformistas": generalmente eran conservadores que, en principio, abogaban por un cambio a un régimen democrático, pero sin rupturas. Este grupo se dividió en dos: uno, que englobaba a aquellos que eran un poco más aperturistas, se englobó en un partido llamado Partido Popular (que no es el actual) y que acabó dirigiendo el primer presidente del gobierno de la restaurada democracia, Adolfo Suárez, con el nombre UCD (Unión de Centro Democrático).
El otro grupo era el de Manuel Fraga, Alianza Popular, que se acabaría llamando Partido Popular. Éste englobaba, en principio a aperturistas; al propio Fraga, el búnker, le tenía como un "peligroso reformista", pero, en realidad, AP se convirtió un poco en el refugio de aquellos que no eran aceptados por el búnker ni por los aperturistas: como por ejemplo, el ex-presidente del gobierno Arias Navarro, una de las personas más impopulares de la política española de entonces. El discurso de AP, de Fraga y de Arias Navarro, en las primeras elecciones democráticas celebradas desde el 36, era tremendista y más propio de los partidos fascistas: "el enemigo secular de España", "el vigía... los valores de occidente", etc. Se apoyaban estos señores en algo que llamaban "franquismo sociológico": básicamente que la población deseaba la democracia pero que pensaba bajo los términos de la dictadura franquista. El resultado fue un estrepitoso fracaso en las elecciones, algo por debajo del Partido Comunista de España de Santiago Carrillo, que tuvo un modesto éxito, mientras que la ultra-derecha "pura" se quedaba sin escaño.
Si está en vuestras manos, haceos con el documental "La Transición", una soberbia serie documental con un gran rigor periodístico y una imparcialidad indiscutible.
El primero eran los fascistas más puros, conocidos como inmovilistas y, por lo tanto, apodados como "el búnker". A parte de los partidos históricos como Falange Española (supuestamente, reclamaban la más primitva Falange, fundada por Primo de Rivera), FE-JONS (fruto del matrimonio entre la Falange y las Juntas de Ofensiva Nacional-sindicalista, que con la unión del siguiente partido pasó a ser el partido único: FET y de las JONS), Comunión tradicionalista (carlistas -monárquicos de ultraderecha que datan del siglo XIX-, no confundir con el Partido Carlista) y otros, se apiñaron en torno a nuevos partidos como Fuerza Nueva.
El otro grupo eran los llamados "reformistas": generalmente eran conservadores que, en principio, abogaban por un cambio a un régimen democrático, pero sin rupturas. Este grupo se dividió en dos: uno, que englobaba a aquellos que eran un poco más aperturistas, se englobó en un partido llamado Partido Popular (que no es el actual) y que acabó dirigiendo el primer presidente del gobierno de la restaurada democracia, Adolfo Suárez, con el nombre UCD (Unión de Centro Democrático).
El otro grupo era el de Manuel Fraga, Alianza Popular, que se acabaría llamando Partido Popular. Éste englobaba, en principio a aperturistas; al propio Fraga, el búnker, le tenía como un "peligroso reformista", pero, en realidad, AP se convirtió un poco en el refugio de aquellos que no eran aceptados por el búnker ni por los aperturistas: como por ejemplo, el ex-presidente del gobierno Arias Navarro, una de las personas más impopulares de la política española de entonces. El discurso de AP, de Fraga y de Arias Navarro, en las primeras elecciones democráticas celebradas desde el 36, era tremendista y más propio de los partidos fascistas: "el enemigo secular de España", "el vigía... los valores de occidente", etc. Se apoyaban estos señores en algo que llamaban "franquismo sociológico": básicamente que la población deseaba la democracia pero que pensaba bajo los términos de la dictadura franquista. El resultado fue un estrepitoso fracaso en las elecciones, algo por debajo del Partido Comunista de España de Santiago Carrillo, que tuvo un modesto éxito, mientras que la ultra-derecha "pura" se quedaba sin escaño.
Si está en vuestras manos, haceos con el documental "La Transición", una soberbia serie documental con un gran rigor periodístico y una imparcialidad indiscutible.
Gustavo Sierra Fernández - 2012/8/18 - 13:53
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Album "La Bullonera 2"
Alla morte di Francisco Franco i suoi seguaci si divisero tra chi continuò imperterrito a dare la caccia ai comunisti, assassinando militanti, operai e studenti, e chi invece intuì che in prospettiva forse era più intelligente provare a rifarsi una verginità e riciclarsi nelle nuove istituzioni democratiche... D'altra parte, anche qui da noi nel dopoguerra non è stato diverso: al fascismo assassino e stragista si accompagna sempre quello opportunista in doppiopetto...