Charles Trenet, il più grande chansonnier francese del ventesimo secolo, è morto nella notte di sabato 17 febbraio 2001 in un ospedale di Creteil vicino a Parigi.
Aveva 87 anni. A stroncarlo è stato un attacco cerebrale. Sulla breccia dagli anni Trenta, quando ebbe i primi grandi successi grazie ad una musica trascinante, fresca e ricca spesso di giochi di parole, il famoso chansonnier era nato il 18 maggio del 1913 a Narbonne e aveva studiato belle arti a Parigi. Si era guadagnato il soprannome di "fou chantant", cantante folle, per l'esuberanza delle sue gioiose performance. Il suo più grande successo mondiale è senz'altro La mer, che risale al 1945. Je chante, Route nationale 7, La Polka du roi, Fleur bleu, Debit de l'eau, debit de lait, Boum, L'âme des poètes. Que reste-t-il de nos amours e A la porte du garage sono altre sue canzoni molto popolari. La sua ultima esibizione in pubblico è del novembre 1999 alla Salle Pleyel di Parigi. Trenet sarà cremato e poi sepolto a Narbonne dove la sua casa natale è da anni un museo aperto al pubblico.
Radio e tv hanno interrotto le trasmissioni per annunciarne la morte, "Le Monde" è subito uscito nel pomeriggio con un supplemento di otto pagine e dal presidente Jacques Chirac in giù tutti i vip della politica, cultura e spettacolo hanno fatto a gara nelle commemorazioni: la Francia ha vissuto ieri con enorme cordoglio la scomparsa di Charles Trenet. Lo chansonnier di La Mer, Douce France e Que reste-t-il de nos amours? ha occupato uno spazio ingombrante nell'immaginario collettivo della Francia e le reazioni di ieri ne sono state una vistosa conferma. Neppure una brutta storia di pedofilia negli anni Sessanta ne ha intaccato il mito. Ieri mattina la sua Douce France, canzone che Trenet ha regalato alla Repubblica e al mondo nel 1943 quando si trovava negli Usa, si è svegliata un po' più sola. Con le radiosveglie piene di ricordi, di canzoni e musiche del poeta dei giorni nostri, del "fou chantant", il pazzo che canta, come lo avevano soprannominato.
Charles Trenet, un cappello sgonfio alla mano, i capelli biondi, gli occhi azzurri, il vestito sempre a posto, il fiore rosso all'occhiello, la sua aria da music-hall, ha incarnato per più di sessant'anni la "chanson française" nel mondo. Cantautore, diceva di "creare canzoni come un melo produce mele". Se n'è inventate almeno un migliaio. "No, non conosco la musica, ma la musica conosce me", amava ripetere. La sua prima canzone La folle complainte l'ha scritta a 10 anni. Suo padre, un notaio, gli disse: "Non andrai lontano". Ne sono arrivate mille altre. Jean Cocteau, Max Jacob, Sacha Guitry, Colette, Mireille, Emmanuel Berl, tutta l'intelligenthia dell'epoca, era incantata. In venti minuti, nel 1941, su un treno fra Narbonne e Carcassonne compone La mer. Una canzone che non gli piaceva. E' stata incisa in 4 mila versioni diverse nel mondo. Durante la Repubblica di Vichy Trenet canta con ironia questa bella Francia unita. Viene condannato.
Più tardi, nel 1983, tenta a due riprese di entrare all' Academie Française. Viene rifiutato. Il riconoscimento più bello, oggi, gli è arrivato da Henri Salvador, 83 anni, pluripremiato, proprio sabato scorso alle ultime Victoires, gli Oscar francesi della musica: "Trenet era il Re Sole della canzone francese", dice, "merita esequie di Stato". Avrà una celebrazione in sua memoria alla Madeleine, venerdì. La data dei funerali invece non è ancora stata decisa. Il suo corpo sarà cremato al Père-Lachaise e le sue ceneri trasferite a Narbonne, suo paese natale, nella tomba di famiglia, accanto alla madre.
"Le sue canzoni correranno ancora a lungo per le strade", ha affermato il ministro dell'Educazione Nazionale Jack Lang. "Era il mago delle parole, il simbolo di una Francia che sorride", ha ricordato invece il presidente della Repubblica Jacques Chirac, che lo aveva nominato commendatore della Legion d'Onore il 3 marzo del 1998.
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Una biografia in spagnolo di Charles Trénet:
http://usuarios.lycos.es/goggan/bio_trenet.htm
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Charles Trenet, el legendario cantante francés de music-hall, nació el día 18 de Mayo de 1913, en Narbonne, ciudad del sur de Francia. Hijo de un pretigioso notario y melómano consciente y de una jovencísima madre, Marie-Louise, tuvo un hermano tres años mayor que él.
Cuando Charles tenía siete años, sus padres se separaron, y su madre decidió irse de casa, confiando sus dos hijos al padre. Éste lo envía a la residencia de Béziers. Unos meses después de ingresar en la universidad, Charles sufrió una fiebre tifoidea, lo que provoca que vuelva a su casa inmediatamente. Su convalecencia le permite desarrollar su sensibilidad artística: los planos, la música y la pintura. Una vez curado de la enfermedad que sufría, volvió a los estudios.
En el año 1922, su familia se estable en la ciudad de Perpignan. Charles se cansó de la carrera que ejercía en la universidad (Matemáticas) y dejó de estudiar. En 1927 abandona Berlín, donde estudiaba, y empezó algunos estudios artísticos. En 1930, Charles viaja a París para entrar en l'Ecole des Arts Décoratifs, tal y como prometió a su padre. Allí empezará a interesarse por el jazz y empezará a escribir poemas y artículos para el periódico. A parte, escribió algo de novela; folletines bajo el seudónimo de Jacques Brévin. En 1932, conoce a Johnny Hess, un joven pianista de un club de jazz. Con él formará un dúo: "Charles et Johnny". Ellos crearon famosos versos que formaría parte del Disco Pathé ("Quand les beaux jours seront là" y "Sur le Yang Tsé Kiang"). Ese dueto mezcla la canción púramente francesa con unas melodías modernas: es el nacimiento del estilo "fleur bleue", que se convertiría en un estilo característico de los años 30 (adaptación francesa del estilo dramático y joven de las comedias americanas). En 1936, Charles es reclutado, lo que provoca el final de la carrera del dúo. En Octubre de ese misme año, se mete en el cuartel de Istres.
De vuelta a París, ya muy aburrido de dicha ciudad, escribió, para matar el tiempo, "Y'a d'la joie". El famoso Maurice Chevalier la llevó a escena en el Casino de París. Breton de Raoul, un pretigioso publicista, recomendó al teatro ABC de París contratar a Charles; Jean Cocteau, Max Jacob, Mireille o Colette aplaudieron fascinados a ese joven artista de cara redoncilla y de hebillas rubias. Él interpretó ocho canciones en ese primer recital. La explosión artística de Trenet en el año 1938 fue súbita. Se convertió en el ídolo de la juventud. En esa primera época, se le pudo ver en dos películas, donde actuaba en el papel principial: "La route enchantée" y "Je chante".
A principios de la Segunda Guerra Mundial, Charles fue movilizado. Permaneció en la base militar de Salón (Provenza), de descanso hasta su demovilización, en junio de 1940.
París, a pesar de la ocupación alemana, la vida cultural estaba en alza. Él cantaba en la sala "Pastora" o en el "Brillo" parisense donde abundaban, en el público, funcionarios y soldados alemanes.
Esos días, Trenet, algo presionado, negó su sangre judía, algo que se le culparía largo tiempo. Él prefirió, contrariamente a otros artistas de la época, llevar una cierta indiferencia hacia la situación judía, para así no sacrificar su carrera. Además, en 1943, aceptó la demanda de Reich: cantar para los prisioneros franceses en Alemania, como Pájaro o Caballero.
Después de liberarse París por parte de los alemanes, Trenet salió de viaje por el Atlántico. Así fue como descubrió América, donde cantaría y viviría durante varios años. Triunfó en Nueva York, se cortejó por Hollywood, y se hizo amigo de George Gershwin, Louis Armstrong o Chaplin.
Su canción más célebre, "La Mer", fue compuesta durante un trayecto en tren, con la ayuda de Léo Chauliac en 1943. Dicha canción se convertió en "Beyond the sea", en 1946, versionado por Jack Lawrence. La versión de "La Mer" fue interpretada por un gran número de intérpretes anglosajones. Finalmente, al final de los años 40, visitó la América Latina. Durante seis años, viajará a través de América, Canadá, Méjico y Perú.
El dia 14 de Septiembre de 1951, Charles volvió a París, al Théâtre de l'Etoile. Ese recital estuvo formado por diez nuevas canciones, de las que destacaban "De la fenêtre d'en haut" y "La Folle complainte". En 1954 visita por primera vez el Olympia. El año siguiente, compone "Route nationale 7", "La Java du diable" (un cuento extraordinario) y "Moi j'aime le music-hall". En 1958 vuelve a l'Olympia compartiendo cartel con Francis Blanche y, en 1960, sólo. En el recital de 1958, salió sin tu famoso sombrero que, desde ese momento, siempre le había acompañado.
Durante los años 60, Charles Trenet se quedó solo; el público empezaba a envejecer, el rock'n roll llegaba de los Estados Unidos y los vagos yeyé's empezaban a terminarse en la canción tradicional. En 1968, para celebrar sus 55 años y sus 30 años de carrera, decide hacerlo con un gran evento en "Bobino". La efervescencia del Mayo del 68, provoca que el recital en el Don Camillo, un célebre cabaret de París, fuese discreto, lo que hizo que su retorno real a los escenarios fuera en 1969, en el Teatro de la Ciudad.
En 1971 compuso "Fidèle" y "Il y'avait des arbres", que se produjo en el Olympia.
Para celebrar sus sesenta años, en 1973, Charles Trenet editó un nuevo disco, "Chansons en liberté". Un álbum particular donde se mezclaban nuevas canciones, con viejas composiciones. En 1975, anunció su retirada de los escenarios y, para ello, hizo un último recital en el Olympia. Con la muerte de su madre, en 1979, con quien mantuvo unos lazos muy estrechos, desapareció del panorama durante dos años, de dolor.
En 1981, regresó con un nuevo trabajo lleno de recuerdos melancólicos de niñez, en donde sobrepasaba una canción, "Que veux-tu que je te dises Maman?".
Instalado solo desde ese momento en una semi-jubilación, a veces ornamentado por algunas recepciones oficiales en Francia y en el extranjero, Charles se retiró a su hogar del sur de Francia. A la hora de su jubilación, el 26 de Setiembre, y empujado por una nueva generación de entusiastas jovenes, volvió de nuevo a ponerse su famoso sombrero; primero en el Teatro del Mordiscar-Elyséeses, luego en el Châtelet y más tarde en el Palacio de Convenciones de París....y por el mundo.
En el Noviembre de 1992, publicó un nuevo disco, en el que compuso él mismo tanto la letra como la música. Tres años más tarde, un nuevo disco, "Fais ta vie", con el mismo optimismo de siempre. Sesenta años de carrera, y ciento de canciones después, Charles Trenet, a pesar de tu edad, siguió con su tono ligero y jovial.
A los 85 años, Trenet hizo una notada aparición en dos fiestas celebradas en Nyon, Suiza, en Julio del año 1998. Allí cantó ante más de 20.000 personas que enloquecieron con sus legendarios temas, desde "La Mer" a "Y'a d'la joie".
Nada parecía detener a Trenet. El 21 de Mayo de 1999 publicó un nuevo disco, "Les Poètes descendent dans la rue". Setenta años después que escribiera "La Mer", Charles, pluma en mano, nos regalaba 14 nuevas canciones en una vivacidad quitada y feliz. Volvió a escena, en Pleyel; se movía con cierta dificultad, pero cantaba con tan entusiasmo que a los 20 años. El público se emocionó al verle allí, encima de los escenarios.
En el Abril del 2000, Charles fue hospitalizado de emergencia después de un accidente cardiovascular. Se recuperó y, incluso, asistió el 25 de Octubre al recital que ofreció Charles Aznavour en Le Palais des Congrès. Esa fue su última aparición en público.
En Noviembre, en la casa de Narbonne, situada en la Avenida Charles Trenet, se convirtió en un pequeño museo. Los recuerdos, los objetos, las canciones...El paseo se zambulle para el visitante, un reflejo de la vida doméstica de Trenet.
Empezando el Febrero del 2001, el cantante fue hospitalizado de nuevo por un ataque cerebral. Exhausto, decidió detener el tratamiento. El 19 de Febrero del 2001, en el hospital Mondor de Créteil, un hospital situado en los suburbios de París, Charles Trenet murió. Toda Francia devolvió un homenaje férvido a ese artista que aún hoy sigue siendo el mayor artista de la canción francesa y sigue siendo inspiración para nuevas generaciones de artistas.
El entierro tuvo lugar el viernes 23 de Febrero en la iglesia del Madeleine, en París. El cantante se encineró en el cementerio de Lachaise; sus cenizas fueron repartidas en una bóveda doméstica cerca de su madre, en Narbonne, su ciudad nativa.