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Daniel Viglietti, intérprete y compositor nacido en Montevideo el 24 de julio de 1939, es uno de los mayores exponentes del canto popular de Uruguay. Entre sus composiciones más conocidas están A desalambrar, Canción para mi América, Milonga de andar lejos y Gurisito.
Nacido el 24 de julio de 1939 en el seno de una familia de músicos - su madre la pianista Lyda Indart y su padre el guitarrista Cédar Viglietti - desde niño entra en contacto con la música clásica y popular y estudia guitarra con los maestros Atilio Rapat y Abel Carlevaro. Adquiere así una sólida formación como concertista para luego dedicarse, en los años 1960, principalmente a la música popular.
Durante esta década desarrolla una intensa actividad cómo cantor, docente y locutor en radio, en el marco de una creciente movilización popular en Uruguay. Participa en el semanario Marcha y crea y dirige el Núcleo de Educación Musical (Nemus). Su primera obra discográfica es “Impresiones para canto y guitarra y canciones folclóricas” en 1963, a la que le seguirán cinco producciones más hasta 1973.
Su obra adquiere un carácter radical de fuerte contenido social y de izquierda con letras asociadas a las luchas populares en Uruguay y en Latinoamérica. En el marco de represión de los movimientos de izquierda que precedió al golpe de estado cívico-militar de 1973, Viglietti es preso en 1972. La campaña por su liberación desde el exterior fue encabezada por nombres como Jean Paul Sartre, François Mitterrand, Julio Cortázar y Oscar Niemeyer. En 1973 comienza su exilio en Argentina, que después continuará en Francia donde vivió por 11 años. Durante el exilio recorre en giras musicales Europa, Latinoamérica, África y Australia, llevando su canto y denunciando a la dictadura uruguaya.
Su exilio termina con su regreso a Montevideo el 1 de septiembre de 1984, donde es recibido por miles en un recital que recuerda como "el más emocionante en 40 años de carrera". Desde entonces edita y reedita numerosos trabajos entre los que se destaca, en particular, el titulado A dos voces con Mario Benedetti en 1985, reflejo discográfico de números recitales realizados junto al gran poeta uruguayo durante el exilio compartido por ambos.Su obra musical se caracteriza por una particular mezcla entre elementos de música clásica y del folclore uruguayo y latinoamericano. Desde "Hombres de nuestra tierra", su segundo disco a dos voces con Juan Capagorry, inicia un trabajo compartido con escritores, musicalizando luego poemas de Líber Falco, César Vallejo, Circe Maia, los españoles Rafael Alberti y Federico García Lorca, el cubano Nicolás Guillén entre otros.