Mohama Saz es un grupo único. Músicos forjados en los bajos fondos madrileños que han participado en algunos de los proyectos más personales y arriesgados de las últimas dos décadas y han creado bandas y discos catalogados como “de culto” por muchos melómanos y amantes de lo insólito. Desde RIP KC a Melange pasando por Novak, Las Malas Lenguas de Javier Colis o Los Cuantos.
Siempre huyendo de perpetuar estereotipos e intentando ampliar su propio lenguaje sonoro, echaron mano de instrumentos, ritmos, melodías y texturas no occidentales, como una búsqueda vital e incluso como posicionamiento político. Huyeron de lo anglosajón, de la fórmula del pop, de la música de los vencedores, pero sin dejar de ser un grupo de Rock, o de lo que ellos entienden por Rock, un lenguaje que puede seguir transgrediendo y siendo peligroso, venenoso, nunca complaciente con sus propios clichés los cuales ellos aborrecen, que hable a los no conformes, que revuelva, que remueva y que no sirva para venderte el último producto de moda hecho con mano de obra esclava. Para ellos la música es expresión, no repetición de patrones, es emoción y no academicismo pero también es un arma, un arma poderosa y cargada de futuro, como diría Celaya, para plantarse ante lo podrido y encontrar algo de luz. Por eso toman partido y se manchan y maldicen a quien se desentiende y se evade. De esta manera recrean su subconsciente musical a su manera y sin premeditación. No hay reglas, solamente la búsqueda de su propia emoción. Viajan a culturas, que existen o no, para encontrar nuevos impulsos, destruyen lo accesorio, rebuscan en lo viejo y lo olvidado y a veces exploran otros planetas con los ojos cerrados. Quizás la negación y la partida hacia nuevos mundos es la mejor manera de encontrarnos.
Aunque la escucha de sus discos es como un viaje en primera hacia la felicidad musical, Mohama Saz son bien conocidos por sus incendiarios directos donde la comunión con el público hace de estos una suerte de Goa party donde, a través del baile, la diversión y la experiencia cuasi-mística se dan la mano. Algunos de los mejores festivales de Europa han podido entrar en trance con ellos como por ejemplo el Le Guess Who de Holanda y el MENT Festival de Eslovenia.
Con influencias tan dispares como Erkin Koray, Ersen, Orkestra of Spheres, Triana, Sun Ra, John Coltrane, Goat, Tinariwen, Baba Zula, Las Grecas o Neu!, la música de Mohama Saz se presenta como una explosión de sonidos, desde la psicodelia al spiritual jazz, del rock al folklore andaluz. Todo ello enriquecido con los sonidos y los ritmos de la Europa del este, principalmente de Turquía, pero también del norte de África o incluso de la América andina. Pero ojo, esto no es fusión, es Mohama Saz. Su característico sonido nace del Baglama Saz eléctrico de Javier Alonso y se completa con la hipnótica base rítmica de los hermanos Ceballos, Sergio al bajo y Adrián a la batería, las percusiones tribales de Rubén Mingo y el virtuosismo jazzístico del saxo, clarinete y clarinete bajo de Arturo Pueyo. La nueva incorporación en pleno confinamiento del genio Íñigo Cabezafuego con sintetizadores y samplers le da a la banda una nueva dimensión.
Han editado 4 discos hasta la fecha: More Irán (Influx Records, 2015) Negro es el Poder (Humo, 2017) Viva el rey (Humo, 2018) Quemar las naves (Humo, Mock Records, 2020)